RUTA “SUMMER STYLE”

Por aclamación popular, como se puede ver en la imagen superior, he decidido volver a poneros al día sobre nuestras andanzas y desventuras en bicicleta por la sierra del Barbanza.
Sábado 23 de agosto de 2014, aunque parezca mentira, nos conseguimos reunir 11 bikers en nuestro punto habitual y, para colmo o por suerte, dos de ellos eran nuevos e iban a recibir el bautismo porteliano, Toño y Carlos. También apareció por allí, Nico, alias “zarhot”, al que la fortuna no le sonrió este verano ya que su bicicleta sufrió una avería bastante grave y ello nos privó de poder disfrutar de su compañía y a los tábanos de martirizarle con sus picaduras.
Dado que teníamos dos novatos entre las huestes, decidimos que qué mejor para su bautizo porteliano que una subida a la Portela, así que hacia allá enfilamos nuestras bicis, aunque para que calentasen bien antes de dicha subida, decidimos llevarlos de paseo por el puente de As Taras, lo que hizo que el grupeto se rompiese en facciones Y que, al llegar al tramo de carretera, hubiera que esperar para reagruparse, algo a lo que ayudó Julini con la rueda de su flamante Scott baja y a la que tuvo que insuflarle algo de vida.
La subida de la Portela se hizo a ritmo veraniego, baste con decir que, excepto en el tramo final en el que saltaron Juan y José María, el grupo subió más o menos homogéneo, dándole a la lengua, pero con Luismi, que decidió tomárselo aún con más calma, y Julini, Toño y Carlos, que iban un poco más justos, a escasos metros de ellos. No hubo nada reseñable a excepción de una avería en la bici de ¿Carlos? que le hizo retrasarse bastante y por lo cual en la cima de la Portela, mientras Pate y Pas bajaban a ver que le había ocurrido, el resto paramos un rato a esperar y tomar aire.
Como no había muchas ganas de sufrir, y ya hacía tiempo que no recorríamos en grupo la parte media de Os Chans, por unanimidad decidimos tirar hacia allá. Afortunadamente, a pesar del penoso verano que venimos disfrutando, el piso estaba en condiciones, sin mucha agua ni barro, por lo que el trayecto hasta la zona de Graña y Noceda se fue haciendo sin pena ni gloria.
Una vez allá, las dudas sobre la ruta a seguir saltan entre los bikers, Luismi comenta que necesita avituallarse de agua a lo que Fer responde con la posibilidad de coger el tramo de la Barbantia que lleva desde allí hasta nuestra querida hijaputa, empalmando con el final de la subida de Casamea para bajar por la cantera hasta la fuente que hay en la subida por carretera al Iroite.
Con el visto bueno de todos comenzamos a pedalear en aquella dirección. La verdad es que es un tramo de los divertidos ya que no es la típica pista ancha lisa, en la que pones la quinta y tiras, sino que está salpicada por zonas con piedras, unas más técnicas que otras, con raíces, repechitos en subida y zonas rápidas en bajada. Pero el espectáculo comenzó una vez pasada la cancela que hay más o menos a la altura de Lidón. El estrecho camino hace que, como mucho, podamos ir de dos en dos y en su primer tramo va ascendiendo durante unos 150 o 200 metros.
Una vez coronado, se vuelve algo más rápido con tramos de bajadas y subidas con zonas de piedras sueltas y raíces aunque sigue siendo estrecho, por lo que, en un momento dado se produce la anécdota del día y en la que “Cavendish” Varela carga con su hombro sobre Pate lo que provoca la caída del primero al borde del camino. “Afortunadamente” unos toxos amortiguaron su caída, sufriendo solamente, un golpe por debajo de la cadera, lo que no le impidió continuar con nosotros la ruta. Bueno, eso y la imagen de la cervecita y la tapita en el bar que le sirvieron de acicate para continuar.
En esta zona, el tráfico de bikers era intenso, llegándonos a cruzar con un par de grupos y algún Portela más sirviendo de sherpa.
Comenzamos el tramo de bajada hacia la fuente, una pista bastante rápida pero en la que hay que tener mucho ojo con los agujeros y las zonas de piedras sueltas o grava que hay en su recorrido. Y ojo fue lo que le faltó a Aki que, como nos suele demostrar de vez en cuando, es un artista a la hora de irse al suelo.
Una vez reagrupados y reabastecidos de agua en la fuente, seguimos por otra pista que baja desde la entrada de la cantera en dirección al cruce que va a Cadarnoxo, y es aquí donde ocurre el tercer, y último percance del día, con Julini como protagonista quien, después de dar una magistral lección bajando el primer tramo como un poseso con su nueva Scott, al llegar al cruce para coger hacia la derecha, decidió bajarse de la bici en marcha y por encima del manillar. Afortunadamente también en este caso no peligró la vida del artista, aunque desafortunadamente, también, en ninguna de las tres ocasiones hubo cámara que inmortalizara dichos sucesos.
Llegamos al cruce que va a Cadarnoxo, pero ya teníamos en mente bajar hasta Moimenta para, desde allí, seguir por las pistas que llevan hacia el polígono industrial de Espiñeira. Este tramo también se hace sin pena ni gloria, con el pelotón un poco estirado a causa del polvo que se levantaba y de las fuerzas que le iban quedando a cada uno de los bikers.
Desde el polígono, Fer propone la bajada hasta la gasolinera nueva que hay en la carretera de Noia, divertida y rápida, en la que Fran, Juan, Luismi y Pate toman la delantera y ya no la dejan hasta llegar a Don Paquito donde la cerveza, los refrescos de cola y la bandeja de calamares nos harán recuperar fuerzas para el regreso a casa.

Track de la ruta

7 comentarios:

  1. Se nota que el tiempo acompaña para las crónicas...;-)

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  2. Buenisima luismi!!! a ver si cuelgas algun video de esta salida

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  3. antonio isorna vicente26 de agosto de 2014, 21:37

    Un placer rodar con gente como vosotros. Lo que pasa que de momento las subidas se me resisten para subirla a un buen ritmo

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  4. Antonio, si me vieses a mi en la primera salida que hice...tu en 2 días andas sobrado! ;-)

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  5. Aleluya! Buena crónica, ya se echaba de menos!

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  7. Joer!! ya se echaban de menos estas crónicas, muy buena Luismi!!!

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