Día perfecto con el cielo todo despejado pero al que no le vendría mal una brisilla, sobre todo al mediodía.
Luego de recoger dorsales, a eso de las 9:30 se dio la salida con Lois saliendo delante como alma que lleva el diablo mientras el resto los hacíamos de la mitad hacia atrás ya que la intención era hacerla en grupo lo máximo posible.
Después de recorrer alguna de las calles de Boiro enfilamos por la pistas de la parcelaria para ir acercándonos al primer tramo de subida, la del Ordenario, el cual iba a empezar a poner al pelotón de 294 bikers en fila. Este iba a ser el único tramo a compartir con los de la ruta corta.
El grupo se estira algo más, con Lois por delante, luego Fer y Moya seguidos de cerca por Pate, Aki y Matías. Mientras detrás, Varela acompañaba a Luismi dando ánimos, será porque entre cincuentones se entienden más, ja, ja, ja.
La subida de Cubelo es durilla, el piso tiene bastante grava y el calor de los últimos días la ha soltado un poco, pero se sube con un ritmo decente.
En lo que sí nos hemos fijado es en la cantidad de bicis con asistencia eléctrica que aparecen por la parte de atrás.
Justo al acabar este tramo ya empieza el siguiente, otro doloroso, la subida a Vitres. Mientras llegan Luismi y Varela los demás están esperando y aprovechando para beber o "desbeber" aunque al llegar estos deciden no parar y con el ritmo que traían seguir hacia arriba.
Para colmo, en las zonas con más pendiente hay algunos surcos o piedras sueltas lo que hace que sea más duro pedalear pero subimos todos sin poner pie a tierra.
Una vez en la zona de Os Chans la cosa cambia y, como su propio nombre indica, es más llano y permite un ritmo más alegre en el pedaleo, además, tenemos la primera bajada que alegra el espíritu a más de uno.
Llegamos al primer avituallamiento, que también será el segundo porque pasaremos por allí dos veces, en nuestra querida Portela, que da nombre a nuestro club, y donde paramos a refrescarnos, beber, comer y recuperar algo de fuerzas porque ahora nos tendremos que enfrentar a la subida de los eólicos del Barbanza que no es muy larga pero que tiene una pendiente que pica bastante y, si le añadimos el sol que pega en esos momentos, va a hacer pupa en las piernas de muchos.
Como ha sido la tónica habitual, Fer, Moya, Pate, Aki y Matías suben a buen ritmo, seguidos por Varela con Luismi algo más atrás. De Lois no teníamos más noticias y Julián y Toño ya habían empezado a bajar hacia Boiro desde la Portela al seguir la ruta corta.
Una vez arriba nos volvemos a juntar para empezar la bajada de lo que nosotros llamamos el camino viejo del Barbanza con la particularidad de que no se hacía entero, o sea hasta la encrucijada del Enxa, si no que se cogía un desvío a la izquierda y se bajaba hasta al balconada por una zona más divertida y un pelín técnica, aunque no mucho, más que nada por lo húmedas que estaba algunas piedras.
Una vez en la balconada Luismi ya empieza a notar síntomas de cansancio, las piernas empiezan a quejarse un poco por lo que baja el ritmo ya que aún queda subir a los eólicos de Os Forcados, el tramo en subida quizás más técnico y con un pelín de dureza.
Pate se dejar caer para animarle y echarle una mano justo antes de ese tramo técnico mientras el resto van tirando hacia adelante.
Llegamos arriba y, en teoría, se acababa el sufrimiento, ahora casi todo sería rodar y bajar.
En primer lugar bajamos de Os Forcados por asfalto para llegar hasta la caseta forestal de A Curota desde donde nos metemos a lo que nosotros llamamos el tramo técnico por donde descendemos para seguir por la pista que nos devuelve hacia el inicio de la balconada.
Luego de recorrer unos metros, nos desviamos por una zona por la que nunca habíamos rodado con tierra blanda, hierba húmeda que hace que las piernas se sigan cargando y, como en el caso de Luismi, vaya mermando sus fuerzas.
Salimos a la altura del Curro das Canizadas y nos metemos por un cortafuegos con el piso bastante roto aunque, en el sentido en el que lo hacemos es mucho más llevadero que al contrario, cosa que a alguno le viene mejor.
Es en este tramo en el que Pate pierde algo de aire en una de las ruedas, tal vez por un leve destalonamiento de la cubierta y Matías pincha.
Como estamos cerca del avituallamiento de la Portela, el resto seguimos hasta allí para esperarles. En esos momentos, Lois ya había llegado a meta y a nosotros aún nos quedaban algo más de 10 kms.
Después de rehidratarnos, de comer algo y de que Pate y Matías solventaran sus problemas mecánicos, empezamos la bajada por nuestro territorio.
Primero un tramo de la Portela, pista ancha y en bastante buenas condiciones, para luego girar a la izquierda y coger la versión B, singletrack con zonas rápidas, alguna piedras y a soltar frenos.
Dirigen el cotarro Aki y Fer con Luismi pegadito a ellos y Pate pidiendo paso detrás de él con Moya, Varela y Matías un pelín más atrás.
Pero a Luismi la cadena le viene dando algunos problemas y, en las zonas más rotas, se le salta con bastante facilidad lo que le hace tener que bajar un par de veces para ponerla en su sitio mientras el resto tira para abajo. De hecho, la segunda vez decide seguir con la cadena suelta todo el tramo de bajada, intentando emular a Aaron Gwin cuando ganó una prueba de la copa del mundo de DH con la cadena rota desde casi el inicio.
Una vez bajado ese tramo, y puesta la cadena en su sitio, continúa la bajada que tan bien conoce y juntándose con Matías durante un pequeño tramo, llevar una 26 rígida no es que le dé mucha seguridad.
Seguimos bajando hasta el puente de As Taras, adelantando como podemos, pero justo al cruzar el puente, y en el pequeño repecho que viene a continuación, a Luismi le da un fuerte calambre en la parte interior del muslo izquierdo lo que le hace subir pedaleando sólo con la pierna derecha.
A pesar de intentar continuar, las molestias son bastante fuertes por lo que, aprovechando que Pumadiño está al lado, decide continuar cuesta abajo hacia casa, mientras el resto continúa para rematar la tarea y finalizar esta primera edición de "Terras de Barbantia".
Vídeo resumen de la ruta:
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