La semana anterior éramos los cuatro jinetes del Apocalipsis pero esta semana degeneró la cosa aún más y nos quedamos los tres Reyes Magos, aunque no sé muy bien quien era Baltasar, ja, ja, ja.
El caso es que en horario habitual, nos juntamos en el jardín Luís, Valentín y Luismi, con la aparición estelar de Varela pero vestido de paisano, ya que aún está con su temporada de descanso anual, y con el que estuvimos departiendo a la espera de alguna incorporación más. Pero, casi eran ya las 10:30 y como no aparecía ningún elemento subversivo más, decidimos arrancar por asfalto hacia Boiro.
No teníamos preparado nada en concreto, pero al comentar Valentín que nunca había subido la Hijaputa, los dos Luises decidimos que era un buen día para desvirgarlo en tan memorable sitio, je, je, je.
En Boiro seguimos más o menos la ruta del sábado anterior, por la zona de Runs, Cures, Coroño, etc… hasta llegar a Ameán pero, compadeciéndonos de Valentín que iba a subir por vez primera hasta el Iroite por pista y al día siguiente se iba la Marcha de las Rosquillas, no quisimos subir su maravillosa pendiente del 40% así que lo hicimos por donde la semana anterior, por la iglesia.
Una vez arriba tiramos ya hacia la subida de la Hijaputa, y sin parada de avituallamiento empezamos a subir a un ritmo suave, aunque a Luís le costaba mucho y en cuanto nos descuidábamos ya se había alejado un poco.
En el descanso que hay al poco de empezar, decidimos parar para despojarnos de las chaquetas ya que el sol comenzaba a apretar y no nos apetecía llegar encharcados a arriba y pasar frío después bajando con la ropa mojada.
El resto de la subida siguió la constante del inicio, Luís se iba yendo con su ritmo, Luismi se mantenía también al suyo y Valentín iba dosificando el esfuerzo al no conocer la subida y por no cansarse más de lo necesario ante lo que le esperaba aún al día siguiente en Ponteareas. Este ritmo sólo se vio interrumpido cuando a Luismi se le cayó uno de los cristales de sus gafas y tuvo que parar a buscarlo dando tiempo a Valentín a contactar de nuevo con él y bienaventurado él, que fue quien encontró el cristal.
Una vez arriba, y después de abrigarnos, cogimos carretera hacia Graña y Noceda para acceder hacia los Chans, pero por el medio, una ruta que hacía tiempo que no la hacíamos ninguno y en la que Luismi enseñó un tramo inicial que ni Luís ni Valentín conocían.
El tramo de los Chans ya es de por sí ameno por los constantes repechillos que tiene, sus bajaditas entre piedras, sus zonas húmedas pero a todo ello se juntó, además, el hecho de que algunos riachuelos aún llevaban caudal suficiente como para mojar los pies, y la búsqueda de las zonas propicias para cruzarlos hicieron aún más entretenida la ruta. Matías hubiera disfrutado en alguna de las zonas.
Pero aún quedaba lo mejor. Luís no es amigo de bajar por los sitios más fáciles, y a Valentín tampoco es que haga falta animarlo mucho para que lo siga, así que, una vez llegados a la Portela decidimos bajar por la pista que cruza su descenso y que según el propio Luís es muy rápida y para nada técnica. Visto como bajan ambos se puede asegurar que es rápida en comparación con Luismi, lo de técnica sí que es cierto ya que no hay ningún tramo complicado salvando las piedras que pueda haber sueltas en las trazadas.
Una vez de regreso a la pista de la Portela y para seguir con la misma tónica, justo en la última curva cerrada antes de llegar al asfalto, cogimos el camino que hay a la derecha donde se volvió a corroborar que los hay que bajan rápido y los hay que bajan a secas porque hubo diferencias hasta llegar a la pista que lleva al campo de fútbol de Sanisidro, la cual seguimos casi hasta llegar a él ya que Luís cogió por una pista a la izquierda que baja directamente hasta la casa del montero, muy rápida pero con demasiada piedra suelta para el gusto de algunos, que nos dedicamos a tirar más de los frenos.
De ahí al bar, y a saborear la empanada que tan amablemente nos sirve Pili aderezada con la visita, también de civil, de Pas que debía echar de menos estos momentos de relax post rule.
Track de la ruta
El vídeo de la bajada alternativa de la Portela :
El vídeo de los Chans:
Muy buena crónica! Qué juego está dando esa GoPro!
ResponderEliminarLa pena es no tener tiempo para ponerla en el trípode, a veces ni me acuerdo de que lo llevo en la mochila, y hacer alguna toma más variada para que no quede siempre lo mismo.
ResponderEliminarEn verano tenemos que probar a hacer alguna toma más currada. Prepara las cuerdas y las poleas...;-)
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