¿Cuestecitas a nosotros? Si todas son como éstas....

Este último sábado no hubo salida larga, se reparten una semana sí, la siguiente no, pero eso no quiere decir que no hubiese que darle caña al cuerpo.
En nuestro horario habitual de cada sábado nos juntamos en el jardín 6 portelas, Pate, Fran, Aki, Juan, Varela y Luismi, para castigarnos sin miramientos, lo que no esperábamos era que Pate estuviese preparando una ruta de ésas que sólo él es capaz de hacer y nos llevase de conejillos de indias por esas pistas de dios.
La primera parte de la ruta fue por la subida del puente de As Taras hasta la carretera de Sampaio y una vez allí cogimos de frente por el camino que solemos hacer de bajada y que empalma en la primera curva cerrada a derechas según se sube la Portela. Ahí nos dimos cuenta que, a excepción de Pate y Fran, los demás nos habíamos levantado con mal pie y que nos iba a costar trabajo coger algo de ritmo.
Mientras los dos que iban bien decidían subir por los eólicos, el resto decidimos hacer una subida porteliana con mucha, demasiada, calma, pero es que nuestros cuerpos estaban aún sin despertarse.
Llegados arriba y juntitos otra vez los 6, seguimos con el martirio porque nuestra siguiente parada, por llamarlo de alguna manera eran los éolicos del Barbanza, así que ¡hala! a darle gusto al cuerpo.
Desde allí descendimos por el camino viejo hacia la encrucillada, pero ya se iba notando que algunos no iban tan bien como se podía pensar.
Seguimos bajando por asfalto un rato más para luego, en una de la aldeas de esa ladera de la sierra empezar a subir, primeramente por asfalto y después por uno de los peores repechos de tierra existentes por aquí, con una pendiente de más del 15 % en su primera mitad, aderezada con un piso blando y en partes algo roto.
Ahí se rompió el grupo ya que algunos debimos echar pie a tierra por diferentes motivos, pero nos volvimos a reagrupar en la parte "suave" que nos llevaba en dirección al Iroite.
Aún cavilando por la dificultad del anterior repecho, Pate coge en un cruce otra subida a la derecha que resultó aún peor, ya que, si el primer repecho podría tener 600 o 700 metros, esta subida se acercaba a los dos kilómetros y, excepto él y Fran, el resto tuvimos que hacerle casi toda o en parte, empujando la bici. Ahí fue cuando Aki notó que no estaba tan fino como en otras ocasiones, aunque no lo sabemos a ciencia cierta porque, nada más llegar arriba, decidió pasarse por la piedra a una pobre hormiga como demuestran las imágenes.
Desde allí dirigimos nuestras pedaladas en dirección al Iroite y, en el cruce que lleva a las aldeas de A Graña y Noceda, tomamos esa pista para desplazarnos por la parte baja de los Chans otra vez hasta la Portela.
Aquí es donde se produjo una aparición mariana. En un primer momento pensamos que podría ser un averroncho o un yetirroncho, pero resultó que era el tío del mazo. Juan lo esquivó como pudo y le pilló sólo de refilón, pero a Aki lo pilló desprevenido y le dio de lleno dejándolo para el arrastre. La pájara era de tal magnitud que no era capaz ni de dejarse ir en las bajadas, llegando incluso a suplicar que lo rematásemos allí mismo, quería quedarse como alimento para los buitres.
Juan consiguió convencerlo para que en un postrero esfuerzo llegase hasta nosotros y una vez allí, Varela le dió una barrita milagrosa para recuperar algo de fuerzas y, aunque tuviésemos que utilizar a Pate de grúa para que lo remolcase, pudiese acabar el recorrido y llegar hasta el bar para reponer fuerzas con la empanada que tan amablemente nos sirve Pili.
Al final, unos 46 kms con una ganancia de altitud de cerca de 1.200 metros que en su inmensa mayoría, además, fueron en los primeros 25 kms.
Y ésta sólo era la tercera parte de la ruta que está planificando Pate ¡avisados estáis! je, je, je.

El track de la ruta


Ruta en bici 1445342 - powered by Bikemap 


El vídeo:

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