SALIDA POST-SOPLAO

O eso era lo que pensábamos los que no habíamos acudido hasta Cantabria a pelearnos, cual Armada Invencible, con los elementos. Pero, nuestro gozo en un pozo. Ninguno de los aventureros se dignó a aparecer por nuestro punto habitual de encuentro una semana después de su hazaña.
En una primera tanda nos juntamos Alberto, Teira, Varela y Luismi, y en vista de que el tiempo estaba algo revuelto y no nos decidíamos hacia donde tirar, le dio tiempo a Aki a llegar para salir con nosotros.
Dado que el viento, y la lluvia de vez en cuando, venían desde Ribeira, decidimos tirar hacia allá, ya que así, a la vuelta vendríamos con él a favor.
Desde la gasolinera subimos por el paseo del río Morto para empalmar en A Pontenaveira con la carretera que va hasta la Mirandela donde cogimos a la derecha para llegar hasta As Carrouchas. Una vez allí, tomamos la corredoira que va hacia la parte de atrás del polígono da Tomada y desde allí por la pista que cruza por debajo la autovía por la que subimos en dirección a Moldes.
Pero, un poco antes de llegar arriba, Teira, que iba haciendo de sherpa esa mañana, nos metió por un camino en subida que había a la izquierda y que nos llevaba casi hasta lo que antaño fue el picadero de caballos.
Bajamos por la carretera hasta el cruce de San Alberto y comenzamos la subida normal, pero Teira estaba por la labor de descubrirnos algunos caminos nuevos, por lo que nos desviamos por un camino de carro bastante entretenido y con una bajada y un repechito, fuera de la propia pista, que hicieron las delicias de los que lo intentaron, sobre todo gracias al pequeño chaparroncita que nos cayó y que se paró justo cuando ya teníamos los chubasqueros puestos.
Desde allí empalmamos otra vez con el camino que va hasta la capilla de San Alberto por la parte de arriba y desde la que descendimos hacia el polígono de Xarás. Seguimos bajando por carretera hasta Artes, acompañados por otro poquito de lluvia, para luego coger hacia la cantera que hay antes del Vilar. Justo antes de llegar a ella repetimos, como el sábado anterior, la subida al mirador de A Pedra da Rá y la bajada hacia el parque de San Roque, el cual nos llevó por Deán hasta Ribeira.
Una vez de vuelta por Padín y pasados el Caramecheiro y la gasolinera de Ribeira, decidimos subir hasta la Pedra das Cabras y desde allí seguir hasta las vías de servicio de la autovía por las cuales pedaleamos, y en algunos momentos empujamos las bicis, por ambos márgenes hasta Santa Cruz, donde despedimos a Teira. El resto seguimos hacia la casa de turismo rural con la vista, el gusto y el olfato puestos ya en el bar de Sanisidro.
Allí nos encontramos con dos ilustres “sopladores”, Pas y Pate. El primero acababa de llegar de Vigo y el segundo estaba medio convaleciente de una gripecilla, seguramente cogida por tierras cántabras.
Luego de saborear la empanada que tan amablemente nos sirvió Pili, y de bajarnos un par de bebidas fresquitas, cada uno cogió su vehículo de dos o de cuatro ruedas, y nos fuimos para nuestras casas a descansar de otro sábado de pedaleo en buena compañía.

Track de la jornada



Vídeo de la jornada


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