EL CONFURCO INVERSO

Desde hace unas semanas que Fer andaba mascullando la posibilidad de hacer la subida al Confurco en el sentido inverso a la que es habitual entre nosotros. Así que, para complacerle, el sábado pasado y a nuestra hora habitual de partida, nos juntamos en el jardín el susodicho Fer, Luismi, Pate, Juan, Edu, un no habitual de las salidas matutinas pero sí vespertinas, Moya, y otro con una 29 que a todos nos resultaba conocido, tal vez de haber venido con nosotros hace tiempo, pero del que no nos acordábamos hasta que alguien mencionó el nombre de Pas.

Ante la duda, se telefoneó a su casa para preguntar si había salido con la bici, se llamó a los CSI para que le hicieran una prueba de ADN, se invocó al espíritu de D. Nicolás, que en paz descanse, para que nos confirmase su acta bautismal e incluso se interrogó a Juan da Bota para descartar cualquier error. Y sí, después de concienzudos análisis, dedujimos que aquel individuo debía de ser Pas, no cabía duda alguna.

Iniciamos la marcha en dirección a Boiro por carretera y al poco de coronar la Angustia, tomamos el cruce que por la derecha nos llevaba en dirección a ……… un pequeño paseo que han abierto y que lleva hasta el cruceiro que hay enfrente del pazo de la Mercé. Salimos otra vez a la carretera y nos metimos en la Ribeiriña por el Camiño Real, después del Conchido empalmamos con el paseo de Escarabote y de allí hasta Boiro por playa jardín.

Desde el centro de Boiro comenzamos a subir en dirección al polígono industrial de Espiñeira y allí empezaron a caer las primeras víctimas, bueno, en realidad la primera víctima, ya que a Luismi no le sentó nada bien esa subida y se empezó a quedar atrás con las pulsaciones haciendo estragos en su Garmin, lo que ya le condicionó para el resto de la jornada.

Justo al pasar la rotonda que da acceso al polígono, nos metimos por una pendiente bastante pronunciada a la derecha que nos llevaría por una pista que lo bordea y que tiene dos o tres repechos bastante tocapelotas y que a Luismi le seguían haciendo mucha gracia.

Tomó entonces el mando, “o sherpa tolo” Edu, y empezamos a recorrer diversos caminos por la zona buscando alguna alternativa no conocida, y en uno de ellos descubrimos una bajadita bastante interesante que nos llevó justo hasta la Casa da Posta de Valmaior.

Con Edu aún al mando, nos dirigimos a una pista que conocía bastante divertida, sobre todo al principio ya que al final la vegetación estaba muy alta dificultando el pedaleo, y no digamos a las niners.

A la salida de dicha pista seguimos por un tamo de carretera hasta el lugar de Galea desde donde empalmamos con otra pista que nos llevaría por Armada hasta la carretera que sube al Confurco. Una vez allí, llegó el momento del ascenso que tanto tiempo llevaba deseando Fer y que resultó bastante más llevadero que el habitual.

Una vez llegados todos arriba, descenso vertiginoso por una pista con bastante piedra suelta, algo de polvo y por San Ramón, hasta la carretera que nos llevaría hasta Ponte Beluso, Cespón y al Florida donde paramos a recuperar fuerzas.

Mientras deglutíamos la paella que había inicialmente de tapa regada por cervezas, refrescos y otros líquidos reparadores de la sed, apareció parte del sector carretero de los Portelas con Fran a la cabeza, acompañado por Emilio, Paco y Varela que animados por nuestros improperios se sentaron con nosotros a disfrutar de un refrigerio después de una ruta que les había llevado por carretera hasta Rianxo, Catoira, Cesures, Padrón, Extramundi y regreso.

Track de la ruta montañera


Track de la ruta carretera

Vídeo de la ruta montañera

En edición un día de éstos, je, je, je