WELCOME TO THE JUNGLE

El tiempo acompañó toda la semana para la práctica de la bicicleta, pero sobre todo el sábado, con el cielo despejado por completo y ni una brisa molesta que fastidiase el pedaleo.
Con esta perspectiva, a las 10 de la mañana nos volvimos a reunir en el jardín para nuestra habitual salida matutina de cada sábado. Pero esta vez teníamos una sorpresa al llegar al jardín ya que, invitados por Fran, aparecieron tres nuevos bikers a nuestra cita para probar y degustar las sensaciones de pedalear por nuestra sierra, sus nombres José, David y ¿Juan? Otro novato, pero con alguna hora de vuelo ya con nosotros es Roberto, que estaba allí también esperando a que los veteranos nos fuésemos incorporando a la expedición. Y así fuimos apareciendo, Luismi, Matías, Fer y por último Fran.
Parte del resto se había apuntado a una ruta larga y habían salido ya a las 08:30 horas, así que, como no iba a aparecer nadie más, procedimos a bautizar a los recién llegados con …………… redoble de tambores …………………… la subida a nuestra querida Portela. Así que, hacia Sanisidro nos fuimos dirigiendo, a ritmo suave para no asustar a los novicios y para calentar en condiciones, sin subidas vertiginosas de pulsaciones ni nada parecido.
David parece el más motivado de los tres y se une a la cabeza, mientras dejamos atrás las últimas casas de Sanisidro en la subida hacia Sampaio. José y Juan se lo toman con más tranquilidad, sobre todo el primero ya que su nueva bici no es lo más adecuada para subir, tendrá que esperar un buen rato para poder disfrutar de ella bajando.
Enganchamos ya con la pista de tierra que sube hacia la Portela. En un principio se había barajado la posibilidad de hacer una subida alternativa, pero como era la primera vez que David, José y Juan probaban la subida, decidimos continuar con la estándar.
El pelotón se va estirando poco a poco con Fer, Fran, Luismi, Roberto y David por delante, Juan un poco más retrasado y José, acompañado por Matías, luchando con su bici en las rampas.
Justo después de la segunda curva cerrada, Fer decide dejarse caer para ver como van los de atrás, mientras los de cabeza continúan sin prisa pero sin pausa la ascensión con David haciendo de vez en cuando la goma, pero dando el callo.
Una vez coronada la Portela, toca esperar al resto que van llegando a cuentagotas, pero ¡aquí falta alguien! Sí, Juan ha debido dar marchas atrás por problemas mecánicos con los trinquetes de su buje trasero, y eso a pesar de que la bicicleta es nueva.
Una vez reunidos todos dirigimos nuestras ruedas hacia el curro para continuar en dirección a la Curota por carretera pero con la intención de coger a la derecha hacia la balconada.
De una tirada y a ritmo tranquilo vamos disfrutando del primer tercio de trayecto, el que nos llevará hasta la “encrucillada do Enxa”. Justo antes de llegar, Luismi, que sigue con su particular apego a las averías mecánicas, nota que el desviador delantero roza con la cadena, así que, mientras algunos van a reponer el agua de sus bidones hasta la fuente que hay en el curro, Fran y Matías se quedan con él para reparar el desaguisado. No ha sido nada grave, sólo se ha movido el desviador a causa de una casi salida de cadena.
Mientras continuamos esperando por los colegas que han ido a por agua, vemos que se aproximan hacia nosotros otros 12 bikers desde el propio Enxa, alguno incluso conocido de Matías que se para a saludar. Es increíble la cantidad de gente en bici con la que nos encontramos últimamente por la sierra, y no serán los últimos.
Seguimos esperando a que regresen los nuestros y los otros bikers se dividen en dos grupos, unos que se van para casa y otros que siguen su ruta en dirección al Iroite, justo por donde vamos a continuar nosotros nuestra excursión. Así que, una vez reunidos de nuevo tomamos su mismo camino.
La balconada es un poco rompepiernas, con un par de tramos en los que parece que no, pero que ponen a prueba las piernas y las pulsaciones, así que David y José comienzan a sufrir dadas las pocas horas de bicicleta que tienen acumulados en sus piernas. Fer se queda con ellos mientras por delante, Fran, Matías, Roberto y Luismi siguen a su ritmo y se vuelven a encontrar con el grupo de bikers anterior que estaban parados en un cruce del camino, pero no paran ya que nuestra parada habitual es en el cruce que sube hacia A Graña y Noceda.
Justo antes de ese cruce está el tramo más “duro” del recorrido, una subidita de algo más de un kilómetro dura al principio, que luego se hace más llevadera para acabar tocando las narices en el último repechito. El otro grupeto de bikers nos alcanza, algo lógico debido al ritmo tan bajo que llevamos y nos adelantan. En el ambiente se palpa algo, Luismi levanta la vista esperando el zarpazo…………….pero no salta nadie detrás, raro ¿no? Los 10.000 metros de Padrón que se correrían por la tarde tuvieron bastante que ver.
En cuanto a nuestro grupo, se ha cortado bastante, así que Matías y Fran deciden bajar hasta encontrarse con los tres últimos para acompañarles en lo que queda de subida.
David llega con las piernas acalambradas, empujando la bici, pero entre todos le animan para que siga lo que queda pedaleando. Esta vez es Luismi el que se queda atrás para ir animándole e incluso para echarle una mano empujándole cuesta arriba para que los calambres no le afecten más.
José parece que resiste mejor esos achaques, pero las piernas comienzan a flaquearle, así que para animarle no hay más que decirle que en breve podrá disfrutar de una bajadita en la que se podrá divertir con su bici.
Estamos volviendo hacia la Portela por la parte baja de Os Chans, que no están tan pegajosos como semanas anteriores gracias a que ha dejado de llover, pero esos falsos llanos engañan y hacen que las piernas menos acostumbradas se sientan pesadas.
Llegamos a la bajadita que empalma con la subida de Vitres y ahí José se desfoga, Luismi le sigue para grabarle con la Gorro, pero a poco de llegar abajo, la rueda trasera de la bici del primero levanta una piedra y se la coloca justo en la trazada al cámara, lo que le obliga a intentar frenar y esquivarla por donde pudiese. Sólo fue un sustillo, así que, cuando todos nos hemos reunido otra vez, seguimos con el martirio de nuestros dos novatos hasta llegar a la bajada de la Portela, donde algunos se dejaron ir y otros decidieron hacer la bajada más suave, sobre todo Roberto, que con su horquilla rígida de carbono no lleva muy bien las bajadas rápidas y bacheadas.
Es otro de los momentos en los que José vuelve a disfrutar con su bici, y es que además, llegando al final, Fran y Luismi le llevan por el sendero estrecho que hay a mano derecha en la última curva. Su cara se ilumina y se le adivina una sonrisa de oreja a oreja.
De ahí al bar de Sanisidro, donde Pili nos pone una generosa fuente de empanada de atún para que nos recompongamos un poco y para casa, aunque a nuestros nuevos colegas aún les quedaba una tiradita, ya que José tenía que llegar hasta Palmeira y David hasta Ribeira.

Track de la ruta


Vídeo de la ruta

1 comentario:

  1. Cómo se nota que en esa ruta tuviste tiempo de sobra para grabaciones...;-)

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