Así que, para no variar, nos reunimos el sábado por la mañana en el kiosco de Castillo y a la hora habitual, José, Luis, Matías, Varela, Fer, el citado Bernardo y Luismi.
El mando sherpa lo toma Fer, que ya tenía en mente más o menos la ruta que íbamos a hacer, y que, además, con la mañana calurosa y soleada que había salido, invitaba a otra aventura por la zona del Confurco, para rememorar alguna de las rutas épicas de los Portela.
Para empezar a calentar, decidimos tirar hacia Boiro por carretera, pero para alejarnos del tráfico de la AC-305 cogemos por el Camiño Real en la Ribeiriña, empalmamos con el paseo marítimo que nos llevará hasta el muelle de Escarabote.
Una vez allí, subimos hacia la Madalena, para continuar hasta Goiáns, donde nos desviamos en dirección a Runs con la intención de subir paralelos a la autovía durante un rato hasta la carretera de Noia y desde allí seguir subiendo hasta el polígono de Espiñeira.
Es en este momento donde el grupeto empieza a desperdigarse, con Fer, que está como una moto, Luis, José y Bernardo por delante, mientras Matías y Varela se quedan con Luismi, algo más rezagados.
Una vez arriba, la cosa se va volviendo a recomponer, mientras vamos llegando al final del polígono desde donde vamos cogiendo diversos cruces que nos llevan hasta una pista por encima de Sandrenzo y que, en dirección norte, nos va llevando hacia Belles de Abaixo.
El grupeto se vuelve a estirar pero sin que haya grandes diferencias, con Bernardo cerrándolo dado que no conoce las pistas por las que vamos rodando y que le hace tomárselo con calma.
Algo que Luismi debería haber hecho también porque, justo en una de las bajadas, la rueda trasera de su bicicleta comienza a descontrolarse al frenar sobre una superficie suelta y con piedras. Decide soltar el freno, pero con ello no consigue otra cosa que acelerar más, por lo que vuelve a apretar la maneta derecha y ………… al suelo cual saco de patatas.
La velocidad no es excesiva, sobre los 25 km/h, y además, tiene suerte de no caer en una zona muy pedregosa, pero aún así el golpe es bastante fuerte en su costado derecho. Se levanta bastante rápido, pero siente un dolor agudo en la zona del hombro y tememos por una rotura de clavícula por la forma como ha sido la caída, pero afortunadamente no fue el caso.
Aún así, sufre bastantes erosiones tanto en la rodilla, como en la parte externa del muslo y en su codo. Revisando, por si había algún golpe más, alguien se fija en su casco que se ha roto al impactar probablemente con alguna piedra. Menos mal que entre nosotros su uso es esencial, si no, podría haber ocurrido una desgracia dado que el impacto era en la zona de la sien.
Después de recuperarse del susto, continuamos bajando con más calma, sobre todo, porque las sacudidas que va recibiendo Luismi en el hombro no le dejan ir más rápido, y llegamos a la carretera que sube de Treites hasta Belles de Abaixo, donde paramos en un lavadero para que Luismi lave las heridas de la rodilla y, gracias al botiquín de emergencia de Bernardo, se pueda aplicar un poco de Betadine en gel.
El ritmo se ha ralentizado, y mientras Luismi decide abortar su salida y regresar, como buenamente pueda, hasta el bar de Sanisidro para iniciar su “rehabilitación” vía empanada de atún, el resto deciden seguir con lo inicialmente planeado, aunque sin muchas ganas.
Luismi retrocede por el tramo de carretera por el que han llegado hasta allí y sigue en dirección a la AC-305, saliendo un poco más abajo del Florida, sigue hasta Boiro, pasa por Playa Jardín, Escarabote y en la Ribeiriña decide subir hasta la nueva capilla de A Mercé para empalmar con el acceso a la autovía, subiendo hasta Cadreche y desde allí hasta el bar de Sanisidro, donde un refresco y un buen trozo de empanada le hace ver las cosas de otro color.
Mientras, el resto del grupeto da un par de vueltas por la zona pero sin llegar a subir al Confurco. La calurosa mañana y el parón por la caída de Luismi les ha quitado las ganas de pedalear, así que, como saben que éste les está esperando en el bar, deciden finalizar la jornada dirigiéndose hasta allí para que Bernardo pueda saborear, antes de regresar a Madrid, la empanada que generosamente nos sirve Pili.
Track de la ruta (versión Luismi)
Vídeo de la ruta
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