Barbantia 2013

Segunda participación de varios integrantes de nuestra peña en la ultramaratón BTT Barbantia Roda, organizada por nuestros vecinos de Os Chans do Barbanza, que discurre a través de los montes de la Sierra del Barbanza.
Este año participamos tres miembros de Portela MTB, Pate, Matías y un servidor, Pas, que pusimos rumbo a Boiro por carretera para afrontar el duro desafío que nos esperaba el primer sábado de septiembre.
En mi caso las sensaciones previas eran mucho mejores que las del año pasado, ya que a pesar de que no me gusta mucho rular en verano, este año había hecho bastantes salidas e incluso un par de rutas largas con Pate, por lo que esperaba encontrarme en mejores condiciones que en la edición pasada, aunque la verdad es que estaba un poco acojonado con el estado del terreno, ya que en un reconocimiento del recorrido en semanas previas, habíamos visto algunas zonas bastante rotas, lo que dado mi "extraordinario" nivel técnico me llevó a montar unas cubiertas con un poco más de agarre y menos rodadoras.
Nada más llegar a Boiro nos dimos cuenta de que el montaje no iba a tener nada que ver con el del año pasado, sin colas en la entrega de dorsales (nosotros ya los habíamos recogido el día previo), todo muy bien organizado y por encima con una temperatura ideal, por lo que el día se presentaba perfecto para sufrir un poco por la sierra.
Con puntualidad británica, el pelotón se puso en movimiento en forma de marcha neutralizada hasta el arco de salida donde se encontraba el punto de inicio del cronometraje con chip. En este momento se produjo un hecho que pilló a la mayoría de nosotros desprevenidos, ya que pensando que se haría un reagrupamiento, nos llevamos una sorpresa cuando llegamos y vimos que la prueba ya se había puesto en marcha.
La verdad es que en mi caso tuve suerte e iba colocado en una posición más o menos acorde con mi nivel, pero Pate tuvo que meterse un buen calentón en esa zona para poder alcanzar al grupillo de cabeza.
El tramo inicial igual al del año pasado, unos cuantos km. de pista ancha en buen estado que permite ir calentando las patas e ir ganando algo de posiciones. En ese punto vi que no iba nada suelto, pulsaciones por las nubes desde el principio y me era difícil encontrar un ritmo cómodo, aunque confiaba en que la cosa mejorase una vez que entrase en calor con el paso de los km.
Si hay algo que define a la Barbantia es por tener muy pocas zonas de respiro, por lo que a las primeras de cambio enfilamos la primera subida hacia Runs, donde nos pasó como una bala un máquina como Manuel Parada, quien queriendo emular al gran Perico Delgado en el Tour del 89, había salido con casi 10 minutos de retraso. Casi sin tiempo a tomar aire hubo que encarar la subida de Cubelo, con sus "rampitas" y su terreno algo suelto, lo que hace que el calentón esté asegurado.
En este punto hablo con algunos bikers, entre los que se encontraba Gustavo, de Cabanas (Bergantiños) con el que rularía gran parte de la ruta y se convertiría en un gran apoyo en muchos momentos (casualmente era primo de Rubén, un biker que ruló con nuestro grupeto el verano pasado).
Tras superar la subida de Cubelo y descansar en el "inmenso" tramo de enlace hasta la subidita de Vitres, venga a sufrir de nuevo con los rampones de esta clásica subida. Menos mal que la temperatura era mucho más agradable que la del año pasado!!! ya que como bien sabéis, hay algunas rampas que tienen telita, pero bueno, tras superar el reto, nuevo rumbo fijado hacia la zona de Os Chans, que conseguí superar sin problemas, salvo por un par de pies a tierra en la trialera de enlace (a pesar de los ánimos de Miguel y de Manuel) y en el miniriachuelo.
Parada rápida en el avituallamiento de la Portela para aprovisionarme de líquido (impresionante la cantidad de avituallamientos que había, era casi imposible quedarte sin agua. Si lo sé ni llevo botellín!!!), donde a diferencia del año pasado no estaban mis compis de Portela MTB, aunque sabía que no me iban a defraudar y seguramente estarían esperándome en alguna subida jodida para darme ánimos y algún empujón y sin olvidarme del Maestro Breider, quien seguramente estaría en algún punto estratégico para deleitarme con alguno de sus sabios consejos.
Tras la Portela, subidita a ritmillo hasta los eólicos del Barbanza y bajada rápida (no os lo vais a creer, pero había gente que bajaba más lenta que yo!!) hasta el inicio de la cuesta de los tábanos, donde subí a un ritmo llevadero, de parloteo con Gustavo y tras coronar la subida, rodaje pistero con viento en contra en la zona de Os Chans, donde la verdad es que iba bastante clavado y eché de menos haberle metido un poco más de presión a las ruedas (disculpas!!! lo que no había eran patas!!!), ya que me costaba bastante seguir la rueda de la peña, pero aún así conseguí acoplarme al compi de Cabanas y a un biker de Castro Barbudo y llegar hasta la bajada de Lidón.
La bajada de Lidón sin prisa pero sin pausa, ya que tiene algunos tramos algo rotos y en la subida de Casamea ascensión sin poner pie a tierra en el tramo inicial, completando la subida con un grupo de bikers entre los que reconocí a Rubén de Os Saltamontes.
Tras una parada en el avituallamiento, pisteo por la balconada con viento a favor, donde otra vez no soy capaz de seguir el ritmo de la peña ni chupando rueda y tras un pequeño tramo de asfalto, subida al Graiade, la primera rampa a buen ritmillo y la segunda a patas, como la mayoría de los bikers entre los que me encontraba, ya que entre la fuerte pendiente y la piedra suelta hacen que la subida se haga bastante jodona.
Tras coronar el Graiade, bajada en la que hay que poner los cinco sentidos, tramo de enlace jodón hacia Enxerto y subidita bastante tocapelotas a partir de ese punto, ya que aunque no es muy larga, tiene bastante pendiente y algo de piedra suelta, lo que sumado a los Km. acumulados hacen que las fuerzas comiencen a flaquear, aunque la verdad es que en esa subidilla me encontré bastante bien.
La subida de Enxerto conecta con la "segunda balconada" o la "subida del Curro", un tramo bastante rodador con una pendiente ligera, en la que para no variar me cuesta seguir el ritmo de la peña y tras una parada en el avituallamiento, pongo rumbo a la temible Matahomes, una bajada con una pendiente del copón, que en el rule de reconocimiento habíamos visto que estaba bastante rota, aunque en la recogida de dorsales nos habían asegurado que le habían pegado un repaso y estaba en perfectas condiciones.
El cartel al inicio de la bajada no presagiaba nada bueno: "atención bajada peligrosa!", coño, a ver qué me encuentro y si consigo salir vivo de esta...pero la verdad es que le habían pegado una buena puesta punto y no tenía nada que ver con la de semanas anteriores, terreno en perfecto estado donde estaban los cabrones de mis compis de Portela Mtb con todo los medios a su alcance para intentar inmortalizar mi vuelo sin motor:
-Espabila, que eres el que más lento bajó por aquí!!!
-Suelta un poco los frenos!!!
Barbantia Roda, Matahomes, Barbanza, Boiro, Pobra
Menudos ánimos! pero no me hacían falta, ya que me había librado de la Matahomes y me encontraba más cerca de poder llegar sano y salvo a meta, aunque lo que me quedaba por delante no iba a ser ningún paseo.
Para empezar rampones de subida hasta el Mirador Valle Inclán, una bajadita nueva que no era ninguna autopista y que estaba marcada de forma espectacular para una prueba de tanto kilometraje (impresionante el marcaje del recorrido en general!), tramos de sendero por la zona de Moldes y paralelos a la Autovía (donde se encontraba mi amiga la "alcantarilla", en la que a diferencia del año anterior me acojoné y bajé andando...) y algo de asfalto hasta llegar hasta la zona de Entrerríos.
Tras el paso por Entrerríos ya sabemos lo que toca...sufrir!!!! más de 70 km en las patas y nada más pasar el riachuelo de la zona, un inicio con una mini trialera, un rampón con una buena pendiente y por último una rampa con bastante porcentaje y piedra suelta, que te pone en el campo de fútbol de San Isidro bien calentito. En este punto hay que olvidarse de lo que te dice el cuerpo (que si por él fuera haría que cogieses el primer desvío a la derecha...) armarse de valor y derrotar al último coloso del día...la temible subida de San Isidro.
Para el que no la conozca, decir que la subida tiene tela, ya toca la moral cuando la intentas subir fresco, así que imaginaros cuando ya llevas semejante tute encima. La subida comienza con una rampa con zonas de casi el 30% con un terreno bastante suelto, lo que hace que la mayoría la suba a patas. En este punto se encontraban Luis Tubío, Miguel y Amador, quienes no paraban de animarme desde lo alto de la cuestecilla:
-Venga Pas, que eres capaz de subirla montado!!
-Uff chungo lo veo...
-Anímate que ni tan siquiera los primeros fueron capaces!
En este punto salió a relucir mi habitual compañerismo y no queriendo dejar en mal lugar a los pros, decidí solidarizarme con ellos, bajarme de la bici y subir a patas la rampita (aún así como cuesta la cabrona!), para a continuación encarar la subida de los eólicos, una subida de unos 3-4 km, con un terreno de grava suelta que alterna zonas de fuerte pendiente con algún descansillo, pero la verdad es que se me hizo eterna y más con el viento que soplaba en alguna zona.
Avituallamiento de la Portela!!! no me lo podía creer! no me daba llegado! lo peor había pasado, sólo faltaban 20 km y todos hacia abajo! Así que tras una paradita rápida a reponer fuerzas enfilé la bajadita del camino viejo de la Portela, un cambio en el trazado con respecto al del año pasado que está bastante chulo, en el que me sucedió un hecho inesperado, ya que justo cuando estaba iniciando la bajada noté como si no viese bien de un ojo y cual es mi sorpresa cuando al pararme veo salir volando la lentilla! joer vaya putadón!
Increíblemente consigo localizarla entre la hierba y con ayuda de Gustavo intento volvérmela a poner, pero no había manera! Entre la suciedad de la lentilla y el viento se convirtió en misión imposible, así que no me quedó otra que hacer la última parte medio cegato. Con 3,75 de miopía el trayecto final fue una odisea, ya que aunque bajaba a paso de tortuga, no veía bien el terreno y me llevé unos buenos sustos e incluso estuve a punto de perderme en uno de los desvíos al no ver un sendero por el que había que meterse.
Al final conseguí llegar hasta el riachuelo de la zona de Boiro donde se encontraba Tucho de fotógrafo y consiguió sacarme alguna sonrisa con sus ánimos:
-Mima, pero que malo eres! Todos pasaron el río montados!
-Debes ser el último, Patero ya pasó hace una hora!.
-Vendrá alguien más detrás de ti? No vaya a ser que me quede esperando para nada!
Al final conseguí llegar como pude a meta, completando el recorrido en 6 horas y 13 minutos, en el puesto 27 de la clasificación general y mejorando unos minutillos mi tiempo con respecto a la Barbantia de 2012.
Tras una duchita y una reposición de fuerzas en casa, nos acercamos a la fiesta final en la zona de la Cachada, donde volvimos a llenar los depósitos con unas raciones de churrasco, empanada y mejillones, aderezadas con unas cervecillas.
Asistimos además a la entrega de trofeos, en la que el Maestro mostró todas sus habilidades sociales, nos echamos unas risas con Toñito de Poi con sus amenazas de afilar los cuernos del casco para ir más aerodinámico en la próxima edición y nos llevamos una gran alegría con el trofeo conseguido por nuestro paisano Andrés Regueiro en categoría Elite (Roberto, sé un buen Padre...este chaval se merece una 27,5!!!) y por Elisardo en Master 50, quien nada más recoger el premio realizó una emotiva llamada a su mujer:
-Cari, vete haciendo hueco en el salón que necesito espacio para una vitrina para el trofeo.
-Saca del medio todo lo que no sea imprescindible: la tele, el sofá, las sillas, la mesa del comedor y las fotos de la suegra al trastero...
Pero la mayor alegría del día nos la dio nuestro compi  Pate con el podium en la categoría de Master 40, con un espectacular 8º puesto en la clasificación general, aunque deshonrando a la peña al recoger el premio sin la equipación reglamentaria. Para una vez que Portela Mtb se lleva un trofeo!!!
Felicitar a Alejandro Trasbach por la victoria en la prueba, con un tiempo estratosférico y a modo de conclusión dar la enhorabuena a la organización por el trabajo realizado, ya que si bien el año pasado "el árbol" nació medio torcido, este año se le ha puesto una buena estaca para conseguir que en la zona del Barbanza, en pleno corazón de las Rías Baixas, crezca en años venideros un árbol fuerte y robusto.
Nos vemos en la Barbantia 2014!!!

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