101 KM PEREGRINOS 2014

Una buena representación de la peña se ha desplazado el primer fin de semana de mayo a Ponferrada para participar en la edición de este año de los 101 km Peregrinos, reuniendo a una tropa bastante numerosa en tierras castellano leonesas, ya que se juntó un buen grupeto con los hermanos Tubío, Luis y José, Teira, Matías, Miguel, Juan José, Paco y Pas.
El centro de operaciones se situó en un pueblecito con mucho encanto a 7 km de Ponferrada, Molinaseca, donde nuestros valientes tenían su alojamiento en la Casa Rural Pajarapinta, una casa acogedora donde nos trataron de vicio y que se convirtió en un basecamp barbanzano, ya que también se encontraban en la misma los integrantes de la peña Os Saltamontes de Ribeira.
Tras una noche en la que los nervios de afrontar un desafío de esta magnitud dificultó a nuestros compañeros la conciliación del sueño y un desayuno con el que cargaron la energía necesaria para batirse con los colosos con los que iban a bregar durante el día, pusieron rumbo a Ponferrada para tomar la salida junto a los 1500 bikers que se habían inscrito a la prueba. Ahí va la crónica de Pas...
Segunda participación en esta prueba, la verdad es que la primera vez que había ido me quedé con mal sabor de boca y dije que no volvía (se nota que soy un hombre de palabra...), ya que a pesar de que me lo había pasado de vicio con Fran y con Matías, el barro había conseguido desquiciarme (101 KM Peregrinos 2011) y no había disfrutado en ningún momento de esta prueba que con el paso de los años se ha convertido en uno de los clásicos para los amantes de la bici de montaña.
En la salida estábamos fatal situados, habíamos llegado bastante tarde y no sé decir a ojímetro cuanta gente tendríamos delante, pero más de 500 personas seguro, por lo que nada más iniciarse la prueba nuestros temores se materializaron a las primeras de cambio en forma de continuos tapones, que hicieron que tuviésemos que patear la mayor parte de las subidas de los primeros 20 km y perdiésemos un montón de tiempo.
Una vez que la marcha se lanzó la verdad es que me encontré con muy buenas sensaciones, iba a un ritmo constante que me permitía ir adelantando continuamente a gente y además hacía un día perfecto para la práctica del mountain bike (bueno, algo de calor de más en alguna subida...) que hacía que el terreno estuviese en perfecto estado.
En estos tramos iniciales fui encontrándome con mucha gente de la zona, como José Tubio y Miguel y más adelante con un grupeto en el que marchaban a poca distancia Santi de RsBikes, Javi y Andrés del Curotiña y Nelo de Sporbike.
La verdad es que los Peregrinos es una prueba muy diferente al Soplao, con un terreno rompepiernas que no te permite un momento de respiro, ya que es un continuo sube-baja que apenas te permite dosificar, con subidas más cortas pero más explosivas, alguna de las cuales te obligan a patear un rato y bajadas en las que hay que poner los cinco sentidos para reducir el número de sustos, ya que alguno lo tienes asegurado.
En una de esas subidas duras del recorrido, un cortafuegos vertical que pateareon gran parte de los participantes, visualicé a lo lejos a Luis, con quien me encontré en el avituallamiento previo a la subida de la Braña, la subida más larga del recorrido que te ponía a más de 1000 metros de altitud y cuya ascensión se veía recompensada con unas impagables vistas de las Médulas desde el Mirador de Orellán.
La parte final de la prueba es preciosa, atravesando impresionantes senderos con castaños centenarios y unos pueblos de postal, aunque a pesar de ello se hace bastante jodidilla, ya que a los km acumulados hay que sumarle unos buenos repechones, unas bajadas con algunas zonas de piedra suelta que se complican con la pérdida de reflejos por la falta de fuerzas y además todo ello aderezado con los problemas en la transmisión debidos al polvo y al barro acumulado, que hacía que en muchos momentos pareciese que una banda de grillos hubiera montado su local de ensayo en el hueco de las bielas.
Al final, tras superar increíblemente con bastantes fuerzas la parte final paralela al río, entrada triunfal en meta con un tiempo de 6 horas 36 minutos en el puesto 76 de la clasificación general.
Todos los integrantes de la expedición consiguieron terminar la prueba sin percances de ningún tipo, lo que les llevó a celebrarlo por todo lo alto en Casa Ramón, donde dieron cuenta de unos exquisitos chuletones que aderezaron posteriormente con alguna bebida espirituosa en los selectos locales de Molinaseca.
Como conclusión final decir que con buen tiempo la cosa cambia, la prueba me ha encantado y repetiré seguro, aunque como salga un día de lluvia y barro la única cuesta que subiré será la de las escaleras de Casa Ramón...

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