SAN RAMON’S WAY

Último sábado de agosto y para no perder las buenas costumbres, nos juntamos unos cuantos biciclistas en nuestro habitual punto de encuentro del jardín.
A pesar de que el hombre del tiempo había amenazado con un calor sofocante, a esas horas aún había unas cuantas nubes que hacían que la temperatura fuese lo suficientemente agradable para pedalear, y dado que este fin de semana se celebraba la romería de San Ramón en Bealo, Fer, haciendo de sherpa, diseñó una ruta que nos acabaría llevando hasta la inmediaciones de la capilla.
Para no variar, el inicio de la ruta nos lleva desde A Pobra hasta Sanisidro a modo de calentamiento, tanto de las piernas como de las lenguas. Alguna mente perversa ya se estará imaginando situaciones escabrosas, hombres embutidos en mallas de licra, alguno incluso con bigote, calentamiento de piernas, de lenguas…. Pero no es nada de eso, el bajo ritmo al que pedaleamos mientras subimos hacia Sanisidro hace que nuestro grupeto parezca un grupo de marujas cotillas en el que se habla de multitud de temas.
Una vez allí, seguimos ruta en dirección a Pumadiño para continuar por Os Casás hasta Vilariño, donde saludamos a la sobreira centenaria, para luego coger la pista que nos llevará en dirección a la zona de Montaña, en Boiro, pero no llegaremos hasta allí porque nuestra intención es tirar hacia las pistas que bordean la autovía del Barbanza para llegar hasta Sealo, seguir por Runs y luego, desde Bermo, subir hasta el polígono industrial de Espiñeira.
El ritmo no es alto, seguimos con las típicas salidas veraniegas en las que vamos más a disfrutar del pedaleo que a conseguir KOM’s en el Strava, lo que permite también que las nuevas incorporaciones vayan aclimatándose a nuestras rutas.
Como la idea es ir acercándonos hasta la capilla de San Ramón, entre Fer y Julini deciden tirar hacia Moimenta por la parte derecha según se va subiendo para allá por ser, tal vez, la más suave.
Pero en realidad lo que Fer estaba maquinando era llevarnos hasta las proximidades de Belles y convencernos para hacer una bajada de unos 200 metros bastante empinada, en algún tramo se llega a poner hasta a un 20% de pendiente negativa y de media andará sobre el 16%.
Los más lanzados no lo dudan y, a pesar de que el primer tramo de unos 7 metros es un surco con escalones, se tiran como si fuera completamente llano, mientras el resto nos quedamos pensando cómo afrontarlo con más o menos garantías de no besar el suelo y luego bajarlo cada uno con un estilo diferente, aunque fuera con la bici de la mano.
Con todo el grupeto otra vez reunido abajo, seguimos hacia arriba por varias pistas y caminos que nos va a llevar hasta Moimenta. Pero, justo antes de llegar, en una parte del camino que desemboca en la carretera, y que las lluvias y el paso de vehículos agrícolas han dejado bastante deteriorado con piedras sueltas, la bici de David decide vivir la vida loca, se descoloca a causa de una piedra y descabalga a su jinete para luego asestarle un golpe de sillín a la altura de los riñones.
Aprovechando que David se va recuperando del susto y del golpe, nos desviamos un poco hacia la fuente de Moimenta para recargar agua fresca en nuestros bidones y proseguimos carretera abajo para empalmar con la pista que nos va a llevar hacia la cantera que está en la frontera entre Boiro y Lousame.
Este tramo es duro, por los continuos repechos técnicos y con pendientes interesantes, lo que no da un momento de respiro. Si a ello le añadimos que en ese momento Lorenzo tuvo a bien visitarnos y apretar de lo lindo en las zonas más despejadas de vegetación, pues esto hizo que el grupeto se disgregara con Aki, José María, Varela, David y Pas por delante, Luismi perdido en el medio, y Toño, Carlos, Julini y Fer un poco más atrás.
Mientras los primeros coronaron y siguieron pista abajo para encontrar una buena sombra donde cobijarse, el resto se fue reagrupando a cuentagotas en la cima, para luego bajar juntos y reunirse con los demás a la entrada del parque de San Mamede.
Recorremos los caminos que hay hasta la capilla del mismo nombre y comenzamos el descenso por un camino en bastante mal estado pero por el que se puede rodar sin bajarse de la bici y que en principio lleva en dirección a Armada, pero al llegar a un cruce, giramos a la izquierda y seguimos por otra pista que nos lleva hacia el cruce de carretera del Confurco.
Dado que se nos hacía tarde, decidimos bajar por la carretera hasta San Ramón y, como siempre que pasamos por allí, se desatan las hostilidades gracias a que el asfalto pica para abajo. El grupeto se vuelve a partir con José María por delante, sería el único que al final no iba a parar en la romería, seguido por Aki, Pas y Luismi, con los demás algo más retrasados.
Al llegar al cruce que va para la ermita, el ritmo baja y nos vamos reagrupando, a excepción de Varela, Fer y Julini, que en vez de entrar por el asfalto lo hacen por la pista de tierra.
Después de deleitarnos con unas bebidas para refrescar el gaznate y el ánimo, así como con unas raciones de empanada para recuperar fuerzas, dirigimos nuestras monturas con dirección a la carretera AC-305 para regresar por el negro asfalto hasta nuestros hogares.


Track de la ruta

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