TORRENTE 6: EL AGUA SE HA LLEVADO EL CAMINO

Pues no, esto no es el guion de la próxima película de Santiago Segura, ¡ojalá me lo copiara y me pagara los derechos de autor! Je, je, je. Es sencillamente una nueva historieta protagonizada por los miembros de PortelaMTB, en su salida habitual de los sábados.
Para empezar, y como todos nuestros asiduos lectores conocerán, nos reunimos a eso de las 10 AM junto al quiosco del jardín Varela, Txotxe, David, Juan, José María, Alberto, Fer, Aki y Luismi en un día perfecto con un solecito que, por veces, calentaba en demasía.
El jueves anterior, Fer y Luismi habían estado maquinando la ruta que íbamos a seguir y por unanimidad de ambos, se decidió tirar hacia el Graiade, habida cuenta que ya hacía bastante tiempo que no nos acercábamos por allá, si exceptuamos a los que participaron en la Barbantia Rodas, que tuvieron que padecer su subida.
Para empezar a calentar nos dirigimos, como muchas de nuestras rutas, en dirección a San Isidro por asfalto y seguimos hasta el inicio de la Portela, la cual subimos en perfecta armonía todos juntos y a un ritmo bastante bueno, a excepción de Alberto que se lanzó hacia arriba en solitario. Su motor es de gasolina y altas revoluciones mientras que el de alguno de nosotros ya es un diésel common-rail y sin turbo.
Al llegar a la Portela, ni se paró, proseguimos la subida en dirección hacia el curro, con unos haciendo el recorrido por asfalto y otro por el sendero que va entre el pinar que hay por abajo, hasta volver a juntarnos en la fuente que hay al lado del río, donde aprovechamos para rellenar las botellas ya que, cuando apretaba Lorenzo, lo hacía con ganas y el líquido elemento bajaba con ansia por nuestras gargantas.
Después de un poco de charla con Roberto y Fran, miembros de Os Chans do Barbanza, que pasaban por allí también de ruta, seguimos en dirección a la entrada de la balconada, momento en el cual Juan se despedía de nosotros ya que tenía una boda ese mismo día.
Los demás continuamos en dirección al Enxa, pero con la intención de coger la bajada que va a dar entre la aldea de Enxerto y la casa de cultura de Ribasieira, y que es una de las habituales subidas jodonas de la Barbantia, con su kilómetro de pendiente continua a una media del 15% sin descanso.
¿Alguien se preguntaba qué narices tiene que ver el título con una ruta de las nuestras? Pues os lo explicaré. Como decía, el día 6 de septiembre subieron por allí los corredores de la Barbantia Roda pero, dos semanas después, debió bajar por allí un “Torrente” o 6, pero en forma de agua y viento porque, además de los peligrosos surcos que había en el suelo al poco de empezar a bajar, que se lo pregunten a Txotxe, de las ramas y troncos que atravesaban el camino, justo al final había desaparecido el camino, quedando una zona de piedras y rocas por las que habría que ser Danny MacAskill para poder pasar sin poner pie.
El tiempo se nos estaba echando encima y al poco ya estábamos al pie del Graiade, y entonces, un golpe de fiebre producido por una sherpatolemia mal curada, le afecta a Fer y nos dice que vayamos bordeando el monte hasta encontrar un tramo de subida para iniciar la ascensión hasta las antenas que lo coronan.
Con más pena que gloria, el resto vamos tirando hacia allá, pero algunos no debían estar muy por la labor, porque una vez llegados al cruce que lleva hacia la cumbre, se hacen los despistados e inician la bajada hacia el otro lado. Dado este contratiempo, y la hora que era, el resto decidimos seguirles pero con la intención de continuar por la pista que rodea a este monte sobre Xuño y Porto do Son y que nos lleva hasta la subida del Enxa.
La hacemos a buen ritmo aprovechando, además, que han arreglado el firme y ya no hay zonas rotas, sino una autopista para nuestras bicis de montaña. En unos 20 minutos, más o menos, ya estábamos tocando el asfalto y subiendo hacia el curro del Enxa, para volver a aprovisionarnos de agua en su fuente, dado el calor que hacía por momentos. Pero es en esta subida donde Luismi nota que sus piernas están algo cansadas y comienza a quedarse descolgado, con aún 20 kilómetros, más o menos, por recorrer para acabar la ruta.
A pesar del descanso en la fuente, las piernas de Luismi no están por la labor, así que, volviendo por la balconada en dirección a la Curota, empieza otra vez a descolgarse teniendo que meter un desarrollo más suave para no acabar reventado. El grupeto se va alejando en el tramo de subida que hay, pero llegando otra vez a la altura de la aldea de Enxerto, Varela y Alberto se quedan a esperarle, por si acaso, y le acompañan hasta reencontrarse con el resto en la carretera.
Dado que estamos otra vez cerca de la Portela, decidimos tirar por asfalto hasta allí, con Luismi haciendo la goma, o más bien, con el resto esperando de vez en cuando por él para luego iniciar el descenso y acabar en el bar de Sanisidro, al que hacía tiempo que no visitábamos un sábado por la mañana, y en el que Pili nos obsequió con unas buenas raciones de empanada y de lomo, que bajamos con nuestras habituales bebidas refrescantes.

Track de la ruta

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