¿Ruta larga o ruta corta?

Este sábado los componentes de PortelaMTB no tenían muy claro que hacer, si una ruta larga o una corta. Las dudas podrían venir tal vez por cuestiones meteorológicas, ya que esta primavera está más loca que nunca, tan pronto te achicharras al sol como te cae un chaparrón sin azúcar ni turrón.
09:00 AM, el sol luce en todo su esplendor aunque aún no caliente lo suficiente, pero gracias a ello conseguimos juntarnos diez bikers a las 10:00 AM en nuestro punto de reunión habitual, Pate, Luís, Brei, Matías, Fran, Juan, Varela, Paco, Fer y Luismi. Los tres primeros venían con la intención de hacer una ruta larga y los demás nos acoplamos a ellos para subir hasta el monte Muralla pero luego hacer la ruta a la inversa, más o menos, hacia casa.
La primera parte de la ruta se hizo integramente por asfalto, cruzándonos con bastante gente que, aprovechando ese sol mañanero, habían salido a pedalear, entre ellos Pedro, Megabike en el foro, que nos lo cruzamos a la altura de Cespón y que dio la vuelta para acompañarnos hasta Pontebeluso donde nos separamos para comenzar nosotros la subida interminable hasta la cumbre.
La primera parte de la subida sigue siendo por lo negro, con un primer tramo "suave" para ir haciéndose a la idea y con un segundo un poco más duro que empezó a partir el grupetto, pero que se volvió a unir en el punto donde iba a empezar la pista de tierra por la que seguiríamos parte de la subida. Una vez recomenzada la subida, se vuelve a partir el grupetto en cuanto empieza la parte más complicada que no técnica, pero las pendientes comenzaban a hacerse sentir en los menos preparados físicamente.
Luego de un ligero descanso en la aldea de Ourille, aprovechando para rellenar de agua bidones y camelbacks, seguimos un rato por asfalto para tomar enseguida una pista a la izquierda muy suave al principio pero que al rato se convierte en un incordio posteriormente, ya que el piso no está en muy buenas condiciones, mucha piedra suelta en algunos tramos junto con repechitos rompepulsómetros en una subida constante. Y encima, casi arriba, la zona se convierte en medio trialera, con piedras en todo el ancho y largo del tramo que hacen a los menos avezados echar pie a tierra una o dos veces.
Desde ahí hasta la cima del Muralla la subida es más o menos constante, con algún repecho que da para calentones momentáneos, zonas con bastantes piedras que ayudan a esos calentones, pero que quien más o menos lo va llevando con más o menos soltura. El grupetto ya se ha partido en varios cachos según las fuerzas de cada uno, llegando a la cima muy repartidos, excepto los del furgón de cola que llegamos más o menos juntos.
Luego de descansar un poco y de ponerle la miel en los labios a Fran, dejándole probar la Flash 29 de Luís, nos dividimos en dos.
No, no es que hiciéramos partenogénesis, mitosis, ni nada por el estilo. Como decíamos más arriba, Luís, Pate y Brei había decidido hacer la ruta larga, por lo cual decidieron bajar hacia Rianxo, mientras los siete mágnificos restantes decidimos, dado que íbamos algo justos de tiempo, hacer el descenso por asfalto. Se produce además el relevo en la posición de cámara, ya que Luismi le cede a Fran la GoPro para que grabe éste y al menos se le pueda ver algo más que los brazos en los vídeos al primero.
La bajada es larga, con curvas y divertida, y en alguna ocasión incluso peligrosa, ya que, a la salida de una curva cerrada, aparece un coche de frente. Fran avisa a grito pelado, Juan, que venía detrás de él intenta esquivarlo, dejando una marca negra de frenazo en el asfalto y se salva por los pelos y Luismi, que iba tercero, consigue salir sin mayor problema que el susto de ver a Juan a punto de irse al suelo delante del coche.
Seguimos el descenso hasta Pontebeluso, a un ritmo bastante alto, donde después empalmaremos con la carretera general para volver a casa, pero como también es habitual, decidimos parar a recuperar fuerzas, aunque esta vez no nos acercamos hasta Sanisidro por cuestiones de horario, quedándonos en el Touliña, en Boiro, que nos quedaba de paso.
Después del piscolabis, tapa de paella, unas aceitunas y unos cacahuetes, cogimos de nuevo las bicicletas y tiramos para casa por el paseo de Escarabote, el del Conchido y Camiño Real, para que en la Angustia comenzara poco a poco el goteo de bikers.

EL track de la ruta:



El vídeo de la ruta:

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