Asturias patria querida

Hace unas tres semanas, más o menos, de regreso de una de nuestras salidas mañaneras, nos encontramos con un asturiano en la Portela ubicándose a la antigua, es decir, estaba mirando un mapa de la zona para saber donde se encontraba. Después de indicarle como regresar hasta donde había aparcado el coche, le invitamos a unirse a nosotros los sábados por la mañana.
Así que el pasado sábado, al horario acostumbrado y en el sitio habitual, Andrés, que así se llama nuestro amigo asturiano, hizo aparición para unirse a nuestras correrías por la sierra barbanzana. Además, ese día parecía una reunión informal de Portelas, porque no sólo estábamos los de la sección MTB, si no que aparecieron también los de la sección carretera que iban a intentar disfrutar de un estupendo día de verano. Y digo que iban a intentar porque posteriormente nos enteramos del percance que sufrió José Riveiro, alias Cobi, al caerse de la bici en la zona del Araño y que le causó la fractura de ambas muñecas aunque podría haber sido peor de no haber llevado casco.
Desde aquí le deseamos muchos ánimos y una pronta recuperación para volver a verlo encima de sus bicis con nosotros o compitiendo.
Siguiendo con nuestra crónica, además de el ovetense Andrés, nos juntamos Pate, Aki, Juan, Fer, el reaparecido presidente, Edu, y Luismi, que iniciamos la ruta por asfalto hasta casi la rotonda que da acceso a la autovía, ya que para no variar, Edu que iba haciendo de sherpa nos hizo subir la cuestecilla que lleva hasta el Campo, en la Angustia para luego seguir subiendo hasta Ouxo por la carretera.
Una vez allí, nos llevó por entre las casas hacia una de la pista que van en dirección a Montaña y que, por lo que parecía, no estaban siendo muy usadas ya que la vegetación hacía el pedaleo un pelín incómodo, sobre todo cuando había "toxos" y "silvas", que hacían parecer aquello el autobús de donación de sangre, por la de pinchazos que acabamos llevando en brazos y piernas.
Una vez llegados otra vez al asfalto lo cruzamos para coger la pista que nos lleva casi otra vez hasta la autovía y que luego sube y sube hasta la zona de Escobias. Aunque la mañana parecía que iba a ser fresquita, el sol empezaba a asomarse y apretaba ligeramente machacando un poco a los menos preparados.
Otra vez en el asfalto, el grupo empezó a cavilar acerca de las posibles alternativas que la zona nos ofrecía. Las piscinas del Lérez estaban cerca, pero la ligera nieblina que aún había y lo cerrada que es la zona, por la espesa arboleda existente, no parecían animarnos. Fer comentaba la posibilidad de seguir hacia Moimenta y hacer alguna pista de las que bordean la zona del polígono industrial de Boiro e incluso bajar hasta el campo de golf. Pero entonces, el desalmado de Luismi suelta un ¿por qué no subimos a la Portela desde aquí? Él nunca había sufrido esa subida y estar allí era harto tentador. La posibilidad caló entre el resto, con mayor o menor intensidad, alguna protestilla al principio, pero las ganas de machacarse en la subida pesaron más que las de hacer una ruta más light. Entonces, aprovechando la proximidad de Mosquete, algunos fueron a rellenar los bidones de agua ante la posibilidad de que el calor fuese en aumento y se quedasen sin líquido elemento que llevarse a la boca.
El comienzo de la subida no es muy complicada, el piso está en condiciones y la pendiente, aunque pica para arriba, se hace llevadera. Pero hay un momento en que cambia la inclinación, los piñones y los platos comienzan a bailar, y el piso pasa de ser liso a ser casi una alfombra de piedras y hierba que hacen que la subida, para los menos avezados, se vaya haciendo cada vez más dura.
El grupeto se estira, hay alguna caída cómica de quien menos te lo esperas, Andrés, el ovetense, da muestras de estar en muy buena forma, y poco a poco vamos ganando altura y perdiendo agua y sales minerales ya que el calor aprieta y en algunos momentos no sopla ni la más ligera brisilla.
Reagrupados arriba, decidimos bajar por los eólicos de A Portela, disfrutando de las increíbles vistas de A Pobra y del resto de la ría de Arousa y de la sierra del Barbanza que se ven desde allí. La pista está bastante peligrosilla, más que nada por lo suelta que está, demasiada gravilla que hace también estirarse al grupeto en función de las ganas de estamparse que tenga cada uno.
Casi abajo, decidimos tirar por la pista que lleva hasta la subida normal de A Portela, pero Aki, Juan y Edu, ávidos de sensaciones, deciden tirarse por un cortafuegos cercano al campo de fútbol de Sanisidro, con caída del presi incluida llegando ya al final. El resto seguimos nuestra intención inicial y nos reunimos posteriormente con ellos a la entrada de la bajada hacia el puente de As Taras, donde Edu se despidió para atender sus deberes paternales.
A partir de aquí empezó el calvario mecánico. Primero, uno de los "batehuevos" de Fer decide solicitar la prejubilación, lo que hace que pasemos un agradable rato en el puente de As Taras con clases de descenso por parte de Aki y Juan, con el propio Fer demostrando su "savoir faire" a pie.
Pero cuando ya habíamos decidido reiniciar la marcha, Pate se da cuenta de que ha pinchado, por lo que siguiendo la máxima de Edu, tuvo que "darlle aire" y seguir hacia el bar de Sansidro. Con los ánimos enfriados o mejor dicho, con las ganas de ir para el bar en su máxima expresión, dirigimos entonces nuestras pedaladas hacia Pumadiño por la zona de los dubbings y luego por la pista que nos lleva directamente hacia nuestro destino, donde Pate ya nos aguardaba y donde Pili nos sirvió una impresionante tapa de empanada de atún y otra de gambas en gabardina que nos hicieron recuperar, más rápidamente si cabe, las fuerzas perdidas en la ruta.

El track de la ruta



El vídeo de la ruta

2 comentarios:

  1. Muy bien pillada la foto de la silva...;-)

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  2. Y no veas como me dejó el brazo, que parecía que me había atacado una bandada de vampiros, ja, ja, ja

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