Aprovechando la intensa ola de calor que tuvimos en las primeras semanas de julio, una nutrida representación de la peña se juntó al atardecer dispuesta a completar la primera nocturna del verano.
El grupo de elegidos estaba formado por algunos grandes clásicos de la peña, como Crecho, Fer, Pate, Luis, Pas, el Presi Edu e incluso durante un buen rato tuvimos el placer de rodar con el Maestro.
Antes de la quedada, el Presi había marcado las pautas a seguir durante esta nocturna, nada de sendas ratoneras ni terrenos complicados...sería un día de pisteo puro y duro, así que tras los preámbulos habituales, el Presi tomó las riendas sherparianas y tras unos minutos de titubeo decidió hacer una ruta exploratoria seleccionando... los senderos más complicados que se iba encontrando!!! silvas, toxos, regatos y piedras fueron la constante en los tramos iniciales, lo que provocaron las primeras discrepancias con el Maestro, ya que no había seleccionado la montura adecuada para este tipo de ruta.
A través de varios vericuetos nos pusimos en la zona del Dolmen de Axeitos, donde se decidió hacer una subidilla al Tahume, con la desgracia de que en ese momento, el aroma del churrasco que se estaba asando en el Bar de san Isidro había sido captado por el fino olfato del Maestro, quien con una atracción al más puro estilo del canto de las sirenas, decide abandonar el grupeto y pedalear al encuentro de su ninfa particular. Los miembros del grupeto intentaron hacerlo entrar en razón, pero como taparle los oídos con cera y atarlo a algún pino, como al Ulises de la Odisea, excedía el código ético biker, decidieron acompañarlo a través de una ruta alternativa por San Alberto.
Una vez coronado San Alberto, el grueso del pelotón decidió hacer una incursión por la zona de las playas para ir preparando el cuerpo para el picoteo en el bar de San Isidro, pero como el Maestro no podía esperar más, abandona en este punto, rumbo al encuentro de su esperado manjar.
El resto del grupeto hizo una visitilla al chiringuito de Coroso, donde como no, nos encontramos a David entrenando el terraceo y al Che Vení, donde las ajustadas lycras de nuestros bikers causaron furor entre las adolescentes que no cejaron en su empeño de conseguir una foto con sus ídolos.
El punto final de esta calurosa noche lo pusieron unas exquisitas raciones de churrasco y un par de tortillas que degustamos en el Bar de San Isidro hasta bien entrada la madrugada, emplazándonos en fechas próximas a realizar una nocturna de chiringuitos de playa.
No tenemos ninguna foto rulando en bici!
ResponderEliminarPues con la GoPro poco ibais a poder hacer, el vídeo saldría un pelín "oscuro", je, je, je
ResponderEliminar