ES UNA EXPERIENCIA RELIGIOSA

La verdad es que la salida matutina de este sábado pasado daba para ponerle varios títulos y entre los que se me ocurrían estaban “Ruta gamberra”, por lo bien que nos lo pasamos haciendo el cabra y descubriendo nuevos “caminos” o “Ruta desbrozadora”, porque por algunos de esos “caminos” nos hubiera hecho falta alguna para pasar sin problemas. Pero al final me he decidido por el tema religioso y razones, como pasaré a explicar, no faltan.
 
Comenzamos con la historia. Como es habitual, lo primero que hacemos es reunirnos en el jardín y ¡TACHÁN! una aparición, no era mariana pero casi, Nolo nos estaba esperando allí. ¡ZAS! Un milagro, Pas aparece por segunda semana consecutiva. ¡ALELUYA!
 Al final nos reunimos Fer, Pate, Luís, Nolo, Pas, Juan, Edu y Luismi, y después de recuperarnos de la impresión, enfilamos nuestras bicis con destino hacia la Portela, ya que ese mismo día se celebraba la Ultra Trail, carrera a pie por los montes del Barbanza, y el trazado pasaba por nuestra subida habitual con un avituallamiento en lo alto. Mientras Nolo y Luismi se lo tomaban con calma el resto tiraron como posesos hacia arriba, cruzándonos con los participantes que descendían
Después de descansar un poco en la propia Portela, viendo a los participantes que iban llegando y pasando por allí, seguimos nuestra ruta en dirección a la Curota. En realidad nadie había planeado la ruta a seguir, así que íbamos a lo que se nos iba ocurriendo.
 
Paramos otra vez en la fuente que hay al lado del río para reponer agua en los bidones y cuando llegamos al cruce de la balconada seguíamos sin saber que íbamos a hacer, así que Edu, cual Moisés llevando al pueblo judío a la busca de la tierra prometida, tomó el mando y …………. la cosa empezó a liarse, en el buen sentido.
Seguimos dirección a la Curota, pero por la pista que lleva hacia la Matahomes y justo en el cruce que va hacia abajo por ella o sube hacia la carretera, no hacemos ni una cosa ni otra, seguimos de frente por una especie de sendero que sube, con alguna zona relativamente complicada que puso en entredicho las cualidades técnicas de algunos de nosotros.
 Una vez en la Curota, llegó otro momento Allbran, ya que la gente parecía estar por la labor de probar cosas nuevas y un desafío fue lanzado al aire ¿quién sería capaz de subir hasta el mirador sin poner pie a tierra? Sólo tres fueron los valientes que decidieron aceptar el reto, Edu, Luís y Juan, y sólo uno en vencerlo, Luís, que después de tres intentos, se elevó a los cielos y coronó la cima de la Curota con una clase magistral de potencia y técnica.
 A partir de aquí, la cosa comenzó a degenerar. Nolo decidió abandonar ya que se le estaba haciendo tarde, Luís se sentía fuerte y decide invitarnos a descender por el camino viejo que va desde el aparcamiento hasta la primera curva cerrada, pero Pate, Edu y Luismi prefirieron bajar por la carretera mientras el resto intentaba seguirle.
 La espera se fue alargando, Pate se impacientaba porque no daban llegado los aventureros, Edu triscaba por la zona buscando algún camino o sendero que se pudiera aprovechar y Luismi se dedicaba a grabar para el vídeo de cada semana.
Luego de esperar un rato, por fin llega el resto del grupeto y proseguimos la marcha bajando por asfalto, pero el bicho de la experimentación ya había picado a algunos y, al llegar a la entrada de la pista que llamamos de las clavículas, decidimos desviarnos por ella para seguir con los inventos y encontrar nuestro camino.
Pate, que debe ser ateo practicante, no estaba por la labor y, aburrido de probaturas, también decide abandonar. El resto seguimos a Luís y a Edu, que habían tomado el mando definitivamente, pensando en recorrer dicha pista, pero entonces es cuando comienza el tramo de lo que hubiera sido la “ruta desbrozadora”. Una especie de sendero se perfila a nuestra izquierda y, a pesar de que la cosa no está muy clara, decidimos seguir a nuestro Mesías particular.
 En algunas partes sí que hay camino, en otras se hace camino al andar entre “toxos” y ramas esparcidas por el piso. El terreno es como un tiovivo, sube y baja, baja y sube, hasta que de repente, repechito al canto con piedras, ramas, tierra, que hacen que tengamos que poner pie a tierra para acabar de subir.
Estamos otra vez en la carretera de la Curota, pero Luís sigue empeñado en llevarnos por el buen camino por lo que decide tirarse hacia abajo por otra especie de sendero y de pronto, desaparece. No, no es que haya encontrado un portal místico entre los toxos ni que Dios, en su infinita bondad, haya decidido llevarlo junto a él, la explicación es más sencilla, hasta los más dotados técnicamente se caen alguna vez, eso sí, debía llevar un resorte, porque se incorporó a una velocidad increíble.
El resto de los humanos, a los que la naturaleza no nos ha dotado del sentido del equilibrio dinámico, aplaudimos y vitoreamos a nuestro héroe y decidimos seguir su senda, eso sí, a nuestra manera.
El camino o sendero desaparece por completo y nos encontramos en el medio del monte, donde pastan algunos caballos, pedaleando en dirección hacia la carretera o paralelos a ella, sorteando piedras, toxos, ramas, tapas de cazuelas.
Comenzamos a bajar en fila india y en dirección a una pista conocida que nos lleva, por encima de la cantera de San Amedio, hacia la carretera, la cual cruzamos para seguir bajando, esta vez por la pista que pasa por la zona del antiguo vertedero de la Curota y en la que Luismi no se encuentra muy cómodo por los recuerdos que le vienen a la mente de su caída de hace algo más de un mes.
De repente, ya llegando casi a Moldes, la pista parece desaparecer y es que han limpiado un buen trozo de monte y el camino se confunde con el propio suelo, lo que hace que bajemos un buen trozo por el medio de una ladera hasta el tramo de carretera antigua que aún queda allí.
 Las aventuras no acababan aquí. Nada más empezar a bajar por el asfalto, Edu nos invita a coger otra pista que hay a mano izquierda y para allá enfilamos unos detrás de otros. En un pequeño repecho, el cambio de Fer falla a causa de una ramita metida entre las rulinas del desviador trasero y se para para sacarla. Los de delante tiran, mientras atrás quedan Juan, Pas y Luismi, esperando por Fer.
 Pero al pasar un recodo, nos encontramos con una zona “acuática” y a Juan, que se había adelantado un poco, quejándose por haberse mojado los pies. Pas se detiene, Luismi le imita pero Fer viene dispuesto a pasar, cual Moisés abriendo las aguas del mar Rojo, sin importarle la profundidad y ocurrió lo que los que nos quedamos atrás queríamos que ocurriera y que la cámara inmortalizara, Fer embarrancado en medio del agua y haciendo el remake del trata de arrancarlo por dios, Carlos, trata de arrancarlo.
Llegamos a la altura de la autovía, así que decidimos seguirla un rato en paralelo en dirección a Ribeira, sin más problemas que un par de pies al suelo por parte de Pas y Fer, pero con Edu y Luís preparando alguna encerrona de las suyas. Afortunadamente no encontraron nada interesante, así que cruzamos la autovía por debajo y seguimos en dirección a Palmeira, eso sí, por otro tramo de “ruta desbrozadora” en el que por momentos no veíamos el suelo.
A partir de ese momento, y por la cercanía del hogar, los sentidos orientadores de Edu comenzaron a desvariar.
 
Media vuelta por aquí, media vuelta por allá, este camino está cerrado por las obras de ampliación del polígono y ya en la zona de las Carrouchas, nos lleva por una bajadita interesante que nos permitirá refrescar los pies en un riachuelo. Sobre todo a él, que en un momento dado, emulando a Jesucristo, intentó caminar sobre las aguas pero sin éxito.
La ruta estaba casi finalizada, pero aún nos quedaba lo más importante, recuperar fuerzas en algún sitio. Dado que se nos había hecho algo tarde, ir al bar de Sanisidro no era opción, así que, por cercanía, pensamos en un primer momento ir hasta el de la Torre de Xunqueiras, pero dado que nuestras pintas no eran las más adecuadas para un sitio así, tiramos hasta el Ché vení, donde la paella que nos sirvieron nos vino de maravilla.
Amén.

Track de la ruta


Vídeo de la ruta


Ruta gamberra por viboro

1 comentario: