TRES

Jueves 25 de julio de 2013, festividad de Santiago Apóstol.

09:30 horas A.M. Luismi se olvida de poner el despertador y salta de la cama, como impulsado por un resorte, aún tiene que desayunar y prepararse para la salida matutina.
10:10 A.M. - ¡Ya voy tarde! ¡Espero que aún no se hayan largado! Se iba diciendo a si mismo mientras salía a la carretera AC-305.
10:10 y unos segundos A.M. - ¿eh, qué ocurre? ¡Akí Pas-a algo!

Nada más pasar la rotonda de la estación de autobuses, y justo donde empiezan las pistas del Castelo, aparecen dos tristes espíritus en bicicleta, Aki y Pas, deambulando como almas en pena, les falta un sherpa que les guíe en su camino al Nirvana. Entonces Luismi decide tomar las riendas del escaso grupeto de TRES y les anima a seguirlo en dirección al Tahume, cosa que aceptan encantados.
Cogemos carretera en dirección a Ribeira y al pasar la gasolinera giramos a la derecha por el paseo del río Morto, luego a la izquierda por A Pontenaveira hacia el Sobral y ya en la Mirandela volvemos a tomar a la derecha para subir hasta las Carrouchas. Seguimos por el asfalto hasta coger la pista que nos lleva, a mano derecha hasta la altura de la autovía, la cual cruzamos por debajo, para luego subir por la carretera que viene desde Palmeira en dirección a Moldes, pero con la idea de tirar hacia San Alberto.
Sin desmerecer a ningún otro camino, el de San Alberto, tanto en subida como en bajada, es uno de los tramos que más gusta entre la parroquia porteliana porque además se puede aderezar con diferentes variantes. Una de ellas es la bajada hasta el hospital del Barbanza que a su vez tiene dos posibilidades, la pista ancha y “lisa” en forma de Z, o el sendero downhillero entre pinos que la atraviesa en perpendicular. Como ni Pas ni Luismi son expertos descendedores y Aki es un peligro para si mismo en esas lides, decidimos seguir por el camino fácil.
Una vez abajo, intentamos seguir hacia el dolmen de Axeitos por caminos menos transitados por el tráfico, pero la brújula mental de los tres se había averiado y otra vez decidimos tirar por lo fácil y seguir el negro asfalto hasta casi Bretal, donde nos desviamos para pasar de largo por la zona del dolmen.
Nos introducimos por el camino habitual que nos va a llevar casi a los pies de la pista que sube al Tahume, pero después de una anterior exploración con Fer, Luismi los dirige por otra alternativa, por variar un poco, pero que los va a dejar justo antes de la parte más dura de la ascensión, ese pequeño Alpe d’Huez en tierra que serpentea hacia la cima.
Justo al poco de empezar la subida, nos encontramos con otros TRES aventureros de la bici, pero lo extraño es que las llevaban de la mano, como si buscasen algo, y así era. Uno de ellos resultó ser Manuel, de la peña Os Chans do Barbanza, que había perdido su GPS en la bajada y estaban intentando encontrarlo. Le comentamos que nosotros iríamos echando un vistazo mientras subíamos, pero no lo encontramos, así que seguimos tirando hasta la antena donde coincidimos con otros TRES bikers que iniciaban su descenso.
Tras recuperarnos un poco de la subida, procedimos a descender y nos volvemos a encontrar a Manuel y sus dos acompañantes donde se junta el camino por el que subimos con el asfalto. Su búsqueda ha resultado infructuosa, van a volver a bajar, pero no tienen esperanzas de encontrarlo. (Nota del redactor: recabada información al respecto podemos indicar que Manuel recuperó su GPS dos días después. Volvió con su hija a pie y fue ella quien, apartado vegetación con una rama, lo encontró).
Nosotros seguimos bajando por lo negro para luego coger la pista de tierra que bordea por el sur el Tahume y que lleva en dirección a Olveira, donde salimos a la carretera de Corrubedo para dirigirnos hacia Artes. Desde allí, atravesamos en dirección a Carreira, pero justo antes de llegar a la cantera, decidimos subir por el camino que hay a la izquierda y que nos lleva al mirador da Pedra da Rá. Pas primero y Aki después van dejando atrás a Luismi, como es habitual cada vez que la pista pica para arriba, pero le están esperando en lo alto para que siga llevando a cabo su labor sherpiana.
El siguiente destino será el parque de San Roque, pero para ello hay que bajar por una pista bastante rápida al principio y que se vuelve traicionera, con un piso bastante deteriorado, al final. Y Akí es donde Aki nos da muestras de su estilo con una salida de pista por la derecha frenada por la vegetación y sus muchos años de experiencia en situaciones parecidas.
Atravesamos luego, como decíamos, el parque de San Roque descendiendo hasta Ribeira, cogemos la carretera de vuelta hacia Pobra, pero decidimos ir por el paseo de Coroso y para en el chiringuito habitual.
Desgraciadamente, aún no estaba abierto a esas horas, nos imaginamos que a causa de la fiesta de la dorna, así que proseguimos nuestra ruta en dirección a la Corna, bordeando el camping de Coroso, pasando por la playa de Río Azor y callejeando por la parte vieja de Palmeira.
El día había amanecido nublado pero comenzaba a abrir, por eso no había mucho movimiento por la playa, aunque el sol ya empezaba a calentar, así que nos sentamos en la terraza del Che Vení a tomar un pequeño refrigerio.
Luego, Luismi les llevó a hacer un poco de turismo por un camino alternativo por encima de la playa de A Corna que vuelve a ella, pero que al menos le da algo de variación. Desde allí hasta la Illa, Cabío y luego, desde la estación de autobuses a repartirse cada uno hacia su casa.

Track de la ruta

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